La Paz de Dios.
Por el pastor Abraham Luciano
Hay un tesoro de gran valor que el dinero no es suficiente para comprarlo, estamos hablando de La Paz de Dios.
¿Qué es lo que entendemos por paz?
La Paz es más que tranquilidad, aunque el que tiene paz está tranquilo confiando en Dios. La Paz no es un silencio profundo, porque el que no tiene paz hasta la tranquilidad le molesta, y la identifica como soledad y empieza a entristecerse.
La Paz no es algo, es alguien en el corazón del hombre.
Si buscamos la Paz en algo, nos pasaremos toda una vida detrás de algo sin satisfacción, y sin paz. Dios es La Paz, no es algo.
El Dinero no es La Paz, aunque puede resolver algunos asuntos que te turban, lo material no es La Paz, comprobado en aquellos que tienen suficientes bienes, pero terminan quitándose la vida por la intranquilidad y presión que habita en ellos.
La Paz de Dios quiere habitar en el corazón del hombre, para gobernar en un mundo lleno de cosas que nos turban.
Hebreos 13:20. Dice: Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
El Dios de paz es acción, entendemos por paz lo que está en reposo, pero hay una acción en la Paz. El Dios de paz resucita lo que está muerto en su voluntad, nos mueve y nos guía. El Dios de paz está obrando a nuestro favor para santificarnos y para que estemos preparados para aquel día glorioso de Jesús.
1 Tesalonicenses 5:23,24 Dice: 23Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
La paz de Dios en nosotros es una evidencia de una reconciliación que se efectuó entre nosotros y Dios. Porque por el pecado nos hicimos enemigos de Dios.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Romanos 5:10
Esa enemistad que teníamos con Dios era por darle la espalda a sus mandatos y un caminar de rebeldía con él.
Romanos 8:7 Dice: Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Lo triste de todo es que vivíamos amando al mundo o el sistema de maldad, celebrando lo malo, como parte de la vida nuestra, el mal.
Santiago 4:4 es claro al decir:
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
La enemistad con Dios está por amar al mundo, pero la reconciliación está volviendo al amor de Dios. Los que un día fueron constituidos enemigos de Dios pueden ser reconciliados con Dios por el amor de Jesús. La reconciliación no la inicio el hombre, porque estaba atado por sus pecados, sus mentes estaban entregadas a un continuo mal, es por eso que es que el mismo Dios hizo esta reconciliación.
Lea en 2 Corintios 5:18-21
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Nos reconcilió consigo mismo, esto es una de las pruebas de que Dios nos ama, porque solo el amor perdona y rescata a un enemigo. Luego ese mismo amor que recibimos por el cual fuimos reconciliados debe movernos a ser parte de un ministerio de reconciliación, para que otros sean alcanzados. El mundo fue salvo porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo, así está Dios en su Iglesia por medio del Espíritu Santo para salvar al pecador y sea reconciliado con Dios. A esa reconciliación con Dios es lo que se le llama que tenemos paz con Dios.
En Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Mis amados, somos parte de un ministerio de reconciliación, dentro de un propósito eterno, de reconciliar todas las cosas.
Colosenses 1:19,20 nos habla del propósito eterno.
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
En el propósito eterno estamos nosotros alcanzado por la paz de Dios, para ser portadores de ella y llevarla en la nueva noticia de salvación que es EL EVANGELIO.
Isaías 52 7 Dice:
7¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
El evangelio es un mensaje de paz para que los enemigos sean reconciliados, es por eso que tenemos el mandato en Marcos 16:15 que Dice:
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
El mundo necesita la paz de Dios, nosotros somos los mensajeros de ese santo evangelio, el cual claramente es identificado en la palabra como el EVANGELIO DE LA PAZ.
Hechos 10: 34-36 Dice:
34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
Deléitese en esta cita poderosa en Efesios 2:13-18
13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Pastor Abraham Luciano
Por el pastor Abraham Luciano
Hay un tesoro de gran valor que el dinero no es suficiente para comprarlo, estamos hablando de La Paz de Dios.
¿Qué es lo que entendemos por paz?
La Paz es más que tranquilidad, aunque el que tiene paz está tranquilo confiando en Dios. La Paz no es un silencio profundo, porque el que no tiene paz hasta la tranquilidad le molesta, y la identifica como soledad y empieza a entristecerse.
La Paz no es algo, es alguien en el corazón del hombre.
Si buscamos la Paz en algo, nos pasaremos toda una vida detrás de algo sin satisfacción, y sin paz. Dios es La Paz, no es algo.
El Dinero no es La Paz, aunque puede resolver algunos asuntos que te turban, lo material no es La Paz, comprobado en aquellos que tienen suficientes bienes, pero terminan quitándose la vida por la intranquilidad y presión que habita en ellos.
La Paz de Dios quiere habitar en el corazón del hombre, para gobernar en un mundo lleno de cosas que nos turban.
Hebreos 13:20. Dice: Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
El Dios de paz es acción, entendemos por paz lo que está en reposo, pero hay una acción en la Paz. El Dios de paz resucita lo que está muerto en su voluntad, nos mueve y nos guía. El Dios de paz está obrando a nuestro favor para santificarnos y para que estemos preparados para aquel día glorioso de Jesús.
1 Tesalonicenses 5:23,24 Dice: 23Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.
La paz de Dios en nosotros es una evidencia de una reconciliación que se efectuó entre nosotros y Dios. Porque por el pecado nos hicimos enemigos de Dios.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Romanos 5:10
Esa enemistad que teníamos con Dios era por darle la espalda a sus mandatos y un caminar de rebeldía con él.
Romanos 8:7 Dice: Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Lo triste de todo es que vivíamos amando al mundo o el sistema de maldad, celebrando lo malo, como parte de la vida nuestra, el mal.
Santiago 4:4 es claro al decir:
¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
La enemistad con Dios está por amar al mundo, pero la reconciliación está volviendo al amor de Dios. Los que un día fueron constituidos enemigos de Dios pueden ser reconciliados con Dios por el amor de Jesús. La reconciliación no la inicio el hombre, porque estaba atado por sus pecados, sus mentes estaban entregadas a un continuo mal, es por eso que es que el mismo Dios hizo esta reconciliación.
Lea en 2 Corintios 5:18-21
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Nos reconcilió consigo mismo, esto es una de las pruebas de que Dios nos ama, porque solo el amor perdona y rescata a un enemigo. Luego ese mismo amor que recibimos por el cual fuimos reconciliados debe movernos a ser parte de un ministerio de reconciliación, para que otros sean alcanzados. El mundo fue salvo porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo, así está Dios en su Iglesia por medio del Espíritu Santo para salvar al pecador y sea reconciliado con Dios. A esa reconciliación con Dios es lo que se le llama que tenemos paz con Dios.
En Romanos 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Mis amados, somos parte de un ministerio de reconciliación, dentro de un propósito eterno, de reconciliar todas las cosas.
Colosenses 1:19,20 nos habla del propósito eterno.
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
En el propósito eterno estamos nosotros alcanzado por la paz de Dios, para ser portadores de ella y llevarla en la nueva noticia de salvación que es EL EVANGELIO.
Isaías 52 7 Dice:
7¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!
El evangelio es un mensaje de paz para que los enemigos sean reconciliados, es por eso que tenemos el mandato en Marcos 16:15 que Dice:
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
El mundo necesita la paz de Dios, nosotros somos los mensajeros de ese santo evangelio, el cual claramente es identificado en la palabra como el EVANGELIO DE LA PAZ.
Hechos 10: 34-36 Dice:
34 Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. 36 Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
Deléitese en esta cita poderosa en Efesios 2:13-18
13Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. 17Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Pastor Abraham Luciano