Puestos los ojos en Jesús.
¿Cuándo es que nosotros citamos ésta palabra de Hebreo 12:2?
Es citada cuando vemos los fallos de los hombres, cuando la imperfección es predominante, y la confianza fue quebrantada y abusada. Pero Hebreos capítulo 12, lo dice después de mencionar una lista de hombres de fe ejemplares, el cual nosotros hoy les llamamos los héroes de la fe.
Es como si el Espíritu Santo nos estuviera diciendo en el capítulo 12 que hay un autor de la fe, Él es El origen de esa fe de estos hombres, se llama Jesús.
Hebreos 11 está hablando de fe y resultados. Nuestro gran énfasis siempre está basado en LA FE DE los primeros versículos, no en los versículos al final del capítulo 11 es donde empezamos a ver una fe que el único resultado es mantenerse creyendo hasta la muerte.
Hebreos 12 dice que estamos rodeado de testigos, hemos hablado de hombres de fe, pero no habrá fe sin el autor de la fe, quien es Jesús.
Lea cuidadosamente lo siguiente en Hebreos 12.2
Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Ahora vemos a Jesús no solamente como el autor de la fe, sino el consumador. Esto significa que no solamente es el que la origina, sino el que la conduce. Esto es lo que significa el consumador. Entendiendo este punto podemos decir que aún la fe es una obra de la gracia de Dios. Esta es la fe que lleva al hombre a salvacion, la que la origina Jesus y la conduce.
La fe original y la que Dios conduce no te hace huir en el padecimiento o en el dolor, no hay circunstancia que te haga correr, sino que te hace ver más allá en medio de los tiempos más difíciles.
Jesús el autor y consumador de la fe pasó por la muerte, paso por la vergüenza, pero llegó a sentarse en un trono de poder y gloria.
El propósito de la fe es mantenerte en la voluntad de Dios, que darte un resultado. La fe no es para que no pase por el horno de fuego ,sino para que siga creyendo en Dios aún dentro del horno de fuego.
Jesús, cuando el enemigo le pidió zarandear a Pedro, Jesús no le dijo a Pedro oro para que no seas zarandeado. La oración de Jesús era para que a Pedro no le faltara la fe, porque la fe te mantiene en medio de pruebas.
Espero que cada vez que escuche: Puesto los ojos en Jesús, piense en los héroes de la fe, no en la confianza que no podemos poner en los hombres. Espero que sepas que el gran ejemplo de fe que Jesús nos dio, fue en su fidelidad hasta la muerte. Usted puede tener una fe para conseguir algo, pero es mejor tener fe para mantenernos fiel a Dios.
Puesto los ojos en Jesús es saber que él es el autor de la fe y el que la conduce. Podemos decir puesto los ojos en Jesús en el tiempo de grandes retos, para recordar que Jesús nos conduce en fe, Amen.
Pastor Abraham Luciano